Ir al contenido principal

-Fiesta-

Te quiero, te quise y te sigo queriendo. Teníamos un mundo maravilloso, lleno de fantasías e ilusiones. El mundo era para nosotros una ficción, el mundo nos lastimaba, así que construimos otro, tan nuestro y tan único que todavía lo siento. Y no me di cuenta en ese momento que en mis fábulas estabas tú como narrador. Te hiciste parte de mí, yo no lo supe, simplemente te tenía conmigo y eso me hacía bien. No supe hasta ayer lo mucho que te tengo metido en mí. Te tengo metido en el alma, en el fondo de mi corazón, en los monstruos y gigantes que nos inventamos.
Y te quiero feliz, porque siempre pude ver en ti algo tan colorido, que me hacía sentir especial. Me sentía especial a tu lado porque te dejabas ver por momentos, todo el tiempo, de manera confusa y casi resbaladiza. Puede que hoy esté triste, triste de ver que eso pasó hace tiempo y que construimos otros mundos. Pero no estaré triste siempre. No dejemos nuestras quimeras de lado, alimentémoslas como lo hacíamos antes, aunque ya no desde esa inocencia compartida. Llenemos de locuras este mundo desde nuevos horizontes; porque el mundo no ha dejado de lastimarnos, porque seguimos huyendo de sus extrañas sombras y sólo así entendimos como liberarnos de él.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Palabras

Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú.  Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.  Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.

Xocolatl

  Maman dit que quand j’étais vraiment tout petit je ne mangeais pas de chocolat et je buvais du lait. Ce n’est pas vrai. J’ai toujours mangé du chocolat, même quand j’étais minuscule. Le chocolat ne s’est pas toujours appelé ainsi, son vrai nom c’est XOCOLATL (prononcer shocolatl) et il vient d’un pays magique, le Mexique. On dit que le Xocolatl est un cadeau des dieux Aztèques, et quel cadeau ! Le vrai chocolat, celui qui fait du bien n’est pas trop sucré et n’a pas de lait, il est noir, très noir comme la terre mouillée. Il vient du cacaoyer, c’est un arbre.  Sur cet arbre poussent des cabosses. Dans ces cabosses se cachent des graines de cacao.  On les collecte, on les fermente, on les sèche et ont les torréfie pour faire du chocolat, eh oui… ce n’est pas facile, mais c’est tellement bon ! Je suis un enfant en chocolat, mais je ne fonds pas et on ne peut pas me manger. C’est mon petit secret.

La ceguera

El punto ciego soy yo, Ni espejos, ni retratos, La que veo no soy yo. Descubro una mujer, Recuerdo una niña, Me sorprendo. Esta soy yo, Cachos de mi, Qué vergüenza,  Tenerse tan cerca,  Habitar y ser este cuerpo,  Desconocerse, Qué pena,  Forzarse, Lastimarse,  Por ceguera.