Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2016

Memoria

Veo tu rostro perdido en los recuerdos de otro universo, donde soy tu orgullo, lo que siempre supiste que podía ser. Te veo y siento que mi corazón se oprime, los párpados me pesan y quisiera perderme en el olvido. Pero tu rostro siempre vuelve a mí, siempre alegre; tus labios siempre listos para decirme que hago bien de ser como soy, de vivir como vivo. Pero no me siento a la altura de tus palabras. Me veo al espejo y estás ahí, en mis ojos, en mis labios, en mi cabello y mi cuerpo entero. Soy parte de quién eres, soy lo que quisiste que fuera y lo que no imaginaste que podía ser. Emprendí el mundo de oportunidades que ya habías abierto, titubeando, obligada a seguir andando, inevitablemente creando nuevas posibilidades. El corazón me pesa cada vez más, los párpados se cierran...olvido, me olvido de tus arrugas, de tus lunares, de cada una de tus perfecciones. Pero no puedo esconderme de ti, tu nombre me duele, el corazón cada vez más oprimido, más pesado, más difícil de so

Tonatiu

En ti han reencarnado nuestros antepasados, eres la gota de agua milenaria que se aparece cada mañana con el rocío, la gota de agua que se escapa de la cascada y la que se queda suspendida entre mis labios antes de volver a perderse en el infinito. Eres el suspiro que precede los buenos recuerdos y el último grano de arena que cae tras la tempestad arreglándolo todo. Te vi y eras energía pura. Me uní a ti, como una de esas cosas inevitables, sondeando el camino que nuestros antepasados ya nos habían trazado. Tú sabes siempre más y dices siempre menos. Te pierdes en el tiempo, navegas, me transportas. Y yo sé que tengo el poder de compartir profundidades oscuras o claras contigo. Sé que los demás piensan que nunca nos apagamos, que fluimos sin obstáculos y qué nunca dejamos de volar. Me gusta saberme tan viva como tú, tan plena como tú, tan sabia y joven como tú.