Palabras de enojo,
De felicidad,
Espontáneas,
Nadie las toma en serio pero tú.
Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad.
Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones.
Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.
Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.
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