No hay rastro de mi existencia, tu presencia y la de los demás la ha apagado. Nunca fui lo que deseabas que fuera, no cumplo ninguna de tus expectativas y la manera en que me entiendo a mí misma te parece patética. Bórrame de tu memoria y de tu futuro, apágame ya que no soy nada de lo que te gustaría que fuera. No soy bella ni soy buena, estoy podrida y si no puedes aceptar ese hecho no tenemos más que decir.
Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú. Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder. Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.
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