Ir al contenido principal

Los muertos y los inexistentes

Han aplastado nuestros sueños. Construimos algo y dejan que el tiempo acabe con él, jamás nos han dejado recuperarlo. Les damos nuestro tiempo y esperanza pero siempre se la llevan toda.

No nos quieren muertos, o eso pienso yo, ya que de quererlo nos hubieran matado desde el principio. Los hemos visto, descuartizando gente, llevándolos al matadero o simplemente disparando con sus metralletas.

Desde el momento que nacimos estábamos muertos, no existimos, solo estamos. Te han dejado creer que puedes hacer que las cosas cambien a tu alrededor, pero tú no puedes nada. Me han hecho creer que puedo moldear el futuro, pero todo lo que me rodea me constriñe.

Cuántas palabras y razonamientos hemos compartido, tú y yo a lo largo de estos años. Cuántos sueños han dibujado nuestras noches. Pero eso fue hace mucho tiempo, antes de que nos dijeran que los museos se habían acondicionado como cárceles y las primarias en prostíbulos. Porque no importan las buenas intenciones ni los esfuerzos cuando uno no existe.

Estamos aquí como podríamos estar en cualquier otro lugar, no importa. Nos han dejado actuar libremente hasta que interferimos con sus planes. Creemos en la libertad que nos entregan hasta que entendemos que es solo una apariencia.

Y yo me siento tan de sobra en este lugar, si desaparezco todo seguirá igual. Quizá tú también debas desaparecer, o todos debamos irnos, renunciar a la muerte en vida que nos han dejado. Renunciar a la deshonra de ser engañados una y otra vez.

Lo que veo es dolor. No siento más la ilusión antigua de nuestras conversaciones acaloradas. Moldear el mundo es algo que no me pertenece, no en este rincón del universo, no en mi situación actual.

Soy invisible, apenas un poco de calor sale de mi interior. Avanzo sin rumbo, desinteresada por todo sin lugar de pertenencia. Y tú, creo que ya te fuiste. Esto es lo que nos han dejado, con esto debemos cargar.


Carga el peso de saberte tratado como un tarado y quizá de saberte un completo idiota por no hacer nada. La imaginación y el buen juicio nos han dejado. Nos movemos como seres temerosos y pasionales. Todas las contradicciones se unen en nuestro centro. Se burlan de nosotros, somos patéticos, simplemente patéticos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Palabras

Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú.  Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.  Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.

#YoSoy132- Chloe

"A complete victory of society will always produce some sort of "comunistic fiction," whose outstanding political characteristic is that it is indeed ruled by an "invisible hand", namely, by nobody." The Human Condition , Hannah Arendt Reflexión La vida está compuesta de vivencias, nos determina el mundo en el que vivimos y al mismo tiempo lo determinamos. No podemos comprendernos de otro modo, ni podemos explicar las cosas que nos rodean sin nuestra participación en su existencia. Somos actores, nuestras acciones desencadenan una serie de eventos peculiares en cada caso y de acuerdo con cada uno. Hablo desde mis acciones, desde las ideas que me han formado hasta ahora y el mundo que me ha moldeado. #YoSoy132 despertó a un México anestesiado. Las críticas llegaron de todas partes, así como los gritos de aliento. El despertar estudiantil no puede traer sino beneficios al país y a su gente. Nos sorprendió su espontaneidad; también sorpr...

Xocolatl

  Maman dit que quand j’étais vraiment tout petit je ne mangeais pas de chocolat et je buvais du lait. Ce n’est pas vrai. J’ai toujours mangé du chocolat, même quand j’étais minuscule. Le chocolat ne s’est pas toujours appelé ainsi, son vrai nom c’est XOCOLATL (prononcer shocolatl) et il vient d’un pays magique, le Mexique. On dit que le Xocolatl est un cadeau des dieux Aztèques, et quel cadeau ! Le vrai chocolat, celui qui fait du bien n’est pas trop sucré et n’a pas de lait, il est noir, très noir comme la terre mouillée. Il vient du cacaoyer, c’est un arbre.  Sur cet arbre poussent des cabosses. Dans ces cabosses se cachent des graines de cacao.  On les collecte, on les fermente, on les sèche et ont les torréfie pour faire du chocolat, eh oui… ce n’est pas facile, mais c’est tellement bon ! Je suis un enfant en chocolat, mais je ne fonds pas et on ne peut pas me manger. C’est mon petit secret.