Ir al contenido principal

Yo insignificante


El viento dobla la punta de los árboles, veo sus hojas moverse a gran velocidad y no pienso realmente mucho. Siento algo en mi estómago que se contrae, una extraña resequedad en la garganta y una extraña energía subir por mi espalda.

Me duele estar aquí, me duele ser yo, me duele todo lo que no soy y quizá nunca llegue a ser. Ni escritora, ni cantante, ni pintora, ni escultora, me encuentro tras una muralla incapaz de hacer algo para el mundo.

Resulta patético que estando donde estoy, al abrigo del viento, con mi taza de té en la mano no me sienta viva aún. No me encuentro en ningún lugar, no existo, mi mente no representa nada.  Quisiera un poco de libertad, sí libertad aunque no pueda decir del todo qué es. Liberarme de mí ante todo.

Los pájaros están un poco desconcertados por que no pueden subirse a sus árboles.

Ellos no se dan cuenta de que los observo, o quizá sí pero se hacen los desentendidos. Se quiebra algo dentro de mí, pequeñas heridas punzantes me vuelven vulnerable y no sé decir lo que me tormenta.

Así como en una película de Hayao M. siento una maldad dentro de mí de la cual no sé cómo escapar. Espero quizá el momento mágico en el que entenderé cómo sanar las heridas y salir de la muralla que me he impuesto.

Finalmente algunas hojas ceden ante la insistencia del viento, el pasto se recubre de flores moradas y de hojas de todas las formas. Mi té está frío. El cansancio me alcanza y dejo a los pájaros y a los árboles resistir solos el duro viento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Palabras

Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú.  Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.  Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.

Xocolatl

  Maman dit que quand j’étais vraiment tout petit je ne mangeais pas de chocolat et je buvais du lait. Ce n’est pas vrai. J’ai toujours mangé du chocolat, même quand j’étais minuscule. Le chocolat ne s’est pas toujours appelé ainsi, son vrai nom c’est XOCOLATL (prononcer shocolatl) et il vient d’un pays magique, le Mexique. On dit que le Xocolatl est un cadeau des dieux Aztèques, et quel cadeau ! Le vrai chocolat, celui qui fait du bien n’est pas trop sucré et n’a pas de lait, il est noir, très noir comme la terre mouillée. Il vient du cacaoyer, c’est un arbre.  Sur cet arbre poussent des cabosses. Dans ces cabosses se cachent des graines de cacao.  On les collecte, on les fermente, on les sèche et ont les torréfie pour faire du chocolat, eh oui… ce n’est pas facile, mais c’est tellement bon ! Je suis un enfant en chocolat, mais je ne fonds pas et on ne peut pas me manger. C’est mon petit secret.

Hambre

Begin at the beginning and go on till you come to the end: then stop Tengo las ideas desordenadas, me cuesta trabajo encontrar el inicio de mi relato. Las emociones me sobrecogen cada vez que me empeño en escribir . He maltratado mi relato y la gente que vive en él muchas veces. Pasa el tiempo y me siento menos hábil para decir lo que tengo que decir, me disculpo por adelantado ante una persona ausente por las fallas de mi narración. Imagino que esa persona es a la vez crítica literaria, escritora, poeta, historiadora, socióloga …en fin me abruma. La siento respirar sobre mi hombro y me deslegitima. He intentado estos últimos 10 años identificar el momento en el que me extravié. Cada vez me pierdo en los detalles de mis recuerdos sin jamás llegar a la esencia de mi historia. Pareciera que entre más escribo menos logro expresarme y el dolor de mis palabras se pierde. Quiero reconocer la mujer en la que me he convertido. Soy terriblemente fuerte, mucho de lo que soy hoy viene de lo que t...