Ir al contenido principal

Sick

Espero, imagino que no piensas mucho en mí, estás a punto de dormir y no sabes que te espero. Ya me puse mis zapatos y no hago nada más que jugar con una pulsera. Siento que tengo muchas cosas que decirte, pero no sé cuáles son, no ahora, creo que al verte me iré acordando de ellas. Y cada que me acerco a otros y les cuento estas cosas, siento que no les estoy hablando ni que ellos me están escuchando, sino pienso que te estoy buscando a ti entre toda esa palabrería.
Ya me curé ¿sabes? Estoy feliz y sana, un poco sola tal vez pero como te dije, por momentos siento que te encuentro a través de los demás. Y sé que estás muy lejos y sé que amas a muchas otras mujeres, mujeres extraordinarias probablemente, y eso está bien pero te extraño. Me haces falta aunque nunca estuvimos realmente juntos.
Hecho de menos poder compartir mis miedos irracionales contigo sin que te rieras de ellos. Extraño poder encontrarte a cualquier hora, especialmente en la madrugada sólo para decirte que odiaba no poder dormir o escuchar al sonámbulo de mi vecino. Nunca nos amamos es cierto, pero nunca supimos amar realmente. Siempre estuvimos demasiado tristes para poder ver más allá de nosotros mismos. Sabíamos querernos a través del cuerpo, y tras agotarnos no podíamos volver a unirnos, agobiados por nuestra melancolía.
También te busco desde otros labios, desde otro universo y otras manos. Te he buscado tanto que he decidido esperarte con los zapatos puestos, la bolsa lista y bien peinada. Algún día llegarás, lo sé y me dirás que me estabas buscando sólo para decirme que tú también te has curado.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Palabras

Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú.  Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.  Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.

Xocolatl

  Maman dit que quand j’étais vraiment tout petit je ne mangeais pas de chocolat et je buvais du lait. Ce n’est pas vrai. J’ai toujours mangé du chocolat, même quand j’étais minuscule. Le chocolat ne s’est pas toujours appelé ainsi, son vrai nom c’est XOCOLATL (prononcer shocolatl) et il vient d’un pays magique, le Mexique. On dit que le Xocolatl est un cadeau des dieux Aztèques, et quel cadeau ! Le vrai chocolat, celui qui fait du bien n’est pas trop sucré et n’a pas de lait, il est noir, très noir comme la terre mouillée. Il vient du cacaoyer, c’est un arbre.  Sur cet arbre poussent des cabosses. Dans ces cabosses se cachent des graines de cacao.  On les collecte, on les fermente, on les sèche et ont les torréfie pour faire du chocolat, eh oui… ce n’est pas facile, mais c’est tellement bon ! Je suis un enfant en chocolat, mais je ne fonds pas et on ne peut pas me manger. C’est mon petit secret.

La ceguera

El punto ciego soy yo, Ni espejos, ni retratos, La que veo no soy yo. Descubro una mujer, Recuerdo una niña, Me sorprendo. Esta soy yo, Cachos de mi, Qué vergüenza,  Tenerse tan cerca,  Habitar y ser este cuerpo,  Desconocerse, Qué pena,  Forzarse, Lastimarse,  Por ceguera.