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De cuentos

Quisiera escribir una linda historia, pero no creo que eso sea posible. Me he enterado de varias cosas desagradables. Son historias que siempre están ahí, las evitamos el mayor tiempo posible, pero algún día nos caen encima y no podemos hacer absolutamente nada.

¿Cuántas cosas he admirado sin conocer su origen? Y ahora que es evidente no puedo opinar lo mismo, pero tampoco negar la impresión que siempre me ha causado.

Entiendo la crítica, entiendo los motivos por lo cuales tendríamos que indignarnos; pero no consigo ver el cuadro completo. ¿Hasta donde los demás son nuestros enemigos? ¿son los demás o nosotros? Las ideas de progreso ¿de dónde vienen?¿qué estamos persiguiendo? No sé si en general tenemos bien dibujado el lugar donde quisieramos llegar, hecho de nosotros. A veces pienso que vamos a la deriva y nos hacemos a la imagen del otro sin darnos cuenta de que somos algo distinto.

Hemos fallado. ¿Qué tanto? no sé, es injusto compararnos con ellos. Así como es injusto comparar y calificar los sueños de los niños. Sólo el imaginario personal da cuenta de la calidad del sueño.

Así que no, hoy no quiero escribir un cuento.


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Palabras de enojo, De felicidad, Espontáneas, Nadie las toma en serio pero tú.  Por ser espontáneas creen que escapan a la reflexión. Pueden perdonarse, son ajenas a la voluntad. Creen que son meros reflejos, rezagos de nuestras emociones. Sólo tú sabes que son pensamientos inmaduros, mal formados, profundos y siempre voluntarios. Cada palabra tiene su peso, un valor y un poder.  Ninguna palabra puede ignorarse bajo pretexto que se dijo espontáneamente, eso me lo enseñaste tú.

Xocolatl

  Maman dit que quand j’étais vraiment tout petit je ne mangeais pas de chocolat et je buvais du lait. Ce n’est pas vrai. J’ai toujours mangé du chocolat, même quand j’étais minuscule. Le chocolat ne s’est pas toujours appelé ainsi, son vrai nom c’est XOCOLATL (prononcer shocolatl) et il vient d’un pays magique, le Mexique. On dit que le Xocolatl est un cadeau des dieux Aztèques, et quel cadeau ! Le vrai chocolat, celui qui fait du bien n’est pas trop sucré et n’a pas de lait, il est noir, très noir comme la terre mouillée. Il vient du cacaoyer, c’est un arbre.  Sur cet arbre poussent des cabosses. Dans ces cabosses se cachent des graines de cacao.  On les collecte, on les fermente, on les sèche et ont les torréfie pour faire du chocolat, eh oui… ce n’est pas facile, mais c’est tellement bon ! Je suis un enfant en chocolat, mais je ne fonds pas et on ne peut pas me manger. C’est mon petit secret.

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El punto ciego soy yo, Ni espejos, ni retratos, La que veo no soy yo. Descubro una mujer, Recuerdo una niña, Me sorprendo. Esta soy yo, Cachos de mi, Qué vergüenza,  Tenerse tan cerca,  Habitar y ser este cuerpo,  Desconocerse, Qué pena,  Forzarse, Lastimarse,  Por ceguera.