No hay rastro de mi existencia, tu presencia y la de los demás la ha apagado. Nunca fui lo que deseabas que fuera, no cumplo ninguna de tus expectativas y la manera en que me entiendo a mí misma te parece patética. Bórrame de tu memoria y de tu futuro, apágame ya que no soy nada de lo que te gustaría que fuera. No soy bella ni soy buena, estoy podrida y si no puedes aceptar ese hecho no tenemos más que decir.
Sigo buscando el principio de mi historia.