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Mostrando entradas de septiembre, 2010

Felicidad

[339a - 346a] Llegar a ser un hombre verdaderamente virtuoso es sin duda difícil, de manos, pies, de mente perfecto, realizado sin falta. Pero al hombre no le es posible no ser malo cuando una desgracia irresistible le paraliza. Por eso yo nunca hacia una esperanza inútil lanzaré el destino de mi vida, lo que llegar a ser es imposible buscando: un hombre sin tacha entre quienes los frutos de la vasta tierra compartimos. Cuando le encuentre os lo diré. Pero a todo el mundo que nada vergonzoso realiza gustosamente alabo y amo, pues contra la necesidad ni los dioses luchan. [...]me basta quien no sea malo ni demasiado inútil: el hombre sano que conoce la justicia beneficiosa para la ciudad. No denigraré a ése, pues de denigrar no soy amigo, porque no tiene límite el linaje de los necios. - Sólo él será el hombre feliz-

Yo

El tiempo es vacío, tedio, huida y pérdida. Es recuerdo y olvido. Soy yo, y me escurro entre las grietas de una realidad ausente. Siempre la ausencia en este mundo, pero yo estoy, yo sigo y no soy suficiente. No, yo no basto, mi discurrir no se deja escuchar. Mi ausencia dentro del mundo es una explosión, yo, el tiempo, soy necesario. Debo permanecer vacío, pero mi permanencia es recuerdo de todo momento pasado, cada fracción mía cristalizada fuera y dentro de mí. Como olvido soy un fantasma, pérdida de instantes, explosiones reales, ruidos extraños. Soy continuo y fragmentario, extraño pero presente. Siempre presente.